lunes, 31 de agosto de 2009

Un cuento gris de agosto.

Se despertó y su espíritu ya no estaba. O se había escondido muy bien.
Llovía.Llovió torrencialmente toda la noche y todo el día a causa de la Santa Rosa de agosto, ese mes tan raro de lluvias en vísperas de la primavera. Este año había sido más raro aún, con sus oleadas de frío congelantes y calor casi veraniego.
Pero ese es solo el contexto, el punto central en esta historia es que la "motivación", aquel motor que impulsa al ser humano a seguir, a restituir desequilibrios, a la búsqueda del placer y la felicidad se le había despegado del cuerpo. De apoco, de apoco fue sintiendo como lo iba perdiendo ,como le costaba cada vez más disfrutar de un chiste, sonreir o comenzar el día, pero se creía tan catastrofista que lo dejó pasar. Y así, de apoco, de a poco, lo abandonó y esta mañana cuando despertó, su espíritu se había ido.