sábado, 20 de septiembre de 2008

Y sigue caminando…
Camina, piensa y se sumerge en el adentro,
adentro de su cuerpo
adentro de su boca
y recuerda la de ella,
maduros gajos, abandonados hace tan solo unos minutos,
dulces saciadores de sed
recuerda su jugo y la suave sensación del mismo acariciado la garganta
hasta cree saborear un poco de él aún, procura mantenerlo.
La recuerda, y siente un poco de nostalgia al amor
y se sumerge mirando las baldosas tantas veces recorridas de su mano
o solo,
noches calurosas o de tormenta
hasta siente nostalgia por las baldosas;
Dobla, ya no caminara por aquellas.
Ridícula mujer,
vulnerable ,encubierta en cálida fortaleza
ni siquiera es hermosa,
idiota adoración, enloqueciendo ante el mínimo parpadeo que ejecutan los ojos, derritiendo ante el saboreo de la lengua entre sus dientes sobresaliendo en la sonrisa.
Camina,
Se subestiman
Se mienten: la ama.
Soportándonos, entrelazando las palabras, la sangre, la conciencia, el alma, la piel. Adorado su sexo, adorados sus ojos, adorada vulnerabilidad que me la recupera.
Ridículo yo...
ridícula mujer...